Orden mundial gélido: Rusia y China juntos en la Ruta de la Seda Polar, según Sputnik

Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme

La ruta marítima del norte es considerada por China como la parte más importante de la Ruta de la Seda Polar, cuyo potencial reducirá el costo anual del comercio marítimo internacional entre 53 mil 300 dólares y 127 mil 400 millones para 2020. Según Remiga, China y Rusia negocian el establecimiento de una empresa conjunta para construir buques de carga de hielo y modernizar puertos e infraestructura general de navegación. ¡Toda una revolución del transporte en Eurasia!

El zar Vlady Putin, que juega magistralmente al ajedrez geoestratégico, ya había formulado compartir con China la revolución del transporte en Eurasia. Andrei Volodin, de la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, comentó que Rusia es un corredor de transporte esencial entre el este y el oeste. Y el este no sólo incluye China, sino también toda la región de Asia y el Pacífico, incluyendo el nordeste y el sudeste asiático(https://goo.gl/1VKCTT).

Ekaterina Arápova, experta en relaciones exteriores, aduce que la gran trifecta –la alianza euroasiática con países de la UEE, la Organización de Cooperación de Shanghái y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático– está entre las prioridades de China. Se trata de la oxigenación de China ante el asedio de Estados Unidos. Según Arápova, China entiende que la situación en el mercado de trabajo a largo plazo puede llegar a ser muy tenso. Debido a la introducción de tecnologías de ahorro de mano de obra, existe el riesgo de que muchos chinos se queden sin trabajo en algún momento futuro. China debe intentar compensar esta situación proporcionando empleo en China y en el extranjero, con la implementación de proyectos a gran escala. Arápova remata que la iniciativa rusa de una gran alianza euroasiática corresponde a los intereses de China.

Para Alexandr Gabúev, del Centro Carnegie de Moscú, existen dos etapas en la colaboración de Rusia y China: 1) lograr un acuerdo sobre la eliminación de las barreras y la mejora de los términos del comercio, y 2) la reducción mutua de tarifas”. Juzga que el efecto más tangible del emparejamiento de la UEE con la Ruta de Seda se verá no antes de 10 años. Son proyectos geoestratégicos de mediano plazo.

Según Olga Samofalova, “la ruta marítima del norte permitirá a China entregar más rápido cargamentos a Europa, reducir el trayecto en 20 a 30 por ciento y también ahorrar el combustible y los recursos humanos. Dado que 90 por ciento de los productos chinos se entregan vía marítima, el desarrollo de la Ruta de la Seda Polar promete a Pekín un serio ahorro y crecimiento de los beneficios.

China, por supuesto, persigue sus propios intereses e intenta ahorrar en transporte (https://goo.gl/Z8sqrR). No faltan quienes vean una amenaza en esta expansión. A juicio de Ivan Andrievski, primer vicepresidente de la Unión de Ingenieros rusos, teóricamente puede haber conflictos en el futuro con mayor deshielo y un crecimiento de las ambiciones militares de China. Pero por el momento estas amenazas son exageradas.

A mi juicio, la mayor amenaza para su descarrilamiento proviene de los esquemas desestabilizadores y balcanizadores de la dupla anglosajona de Estados Unidos y Gran Bretaña, que serían los grandes perdedores.

AlfredoJalife.com

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