Mientras Paraguay se incendia, la derecha latinoamericana solo quiere ver arder a Venezuela

El viernes 31 de marzo, en una sesión irregular, 25 senadores aprobaron una enmienda constitucional para permitir la reelección presidencial en Paraguay, situación que derivó en fuertes protestas en Asunción, la capital del país.

Sin embargo, los ojos de la Organización de Estados Americanos (OEA), de Mercosur, de Unasur y de otros Estados y organizaciones latinoamericanas estaban fijos en lo que ocurría en Venezuela, donde el Tribunal Supremo de Justicia asumió algunas de las facultades legislativas de la Asamblea Nacional de ese país, como consecuencia del estado de desacato en el que esta última se encuentra.

Así, con viperinas declaraciones y tuits llenos de rencor, las organizaciones políticas más importantes de latinoamericana mostraron que sus deseos políticos de acabar con el Gobierno de Nicolás Maduro son más importantes que la alteración del orden en Paraguay, así como la aprobación de leyes de reelección inconstitucionales que benefician unilateralmente a Horacio Cartes, presidente de Paraguay.

​Mientras que en Asunción se incendiaba el edificio de la Cámara de Senadores a causa de las fuertes protestas contra la decisión legislativa, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, prefería denunciar el «autogolpe de Estado perpetrado por el régimen venezolano».

​Siguiendo la misma línea de su representante, la OEA convocó para el lunes 3 de abril una reunión extraordinaria «para considerar los recientes eventos en Venezuela». No obstante, la organización no ha dicho ni una palabra acerca de las irregularidades en las que incurrió el Senado de Paraguay.

​Mientras que decenas de heridos llenaban los hospitales de Asunción, algunos con heridas causadas por balas de goma disparadas por la policía, las calles de Venezuela respiraban tranquilidad. Pero eso no evitó que el diputado opositor y presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, convocara a las Fuerzas Armadas a «defender la Constitución y la libertad».

Igualmente, Mercosur se reunirá extraordinariamente para analizar la «crisis institucional en Venezuela». Pero, como se preguntan muchos internautas, ¿tendrán tiempo para analizar la situación en Paraguay?

Mientras tanto, las protestas en Paraguay ya se han cobrado a su primera víctima: un joven opositor ha fallecido por un disparo en la cabeza, realizado según informaciones preliminares por un efectivo de la Policía en Asunción, informa el diario El Periódico. Al mismo tiempo, facciones de la oposición venezolana, encabezadas por Leopoldo López, exhorta a las personas a tomar las calles, mientras que se niegan a sentarse a la mesa con Nicolás Maduro, quien insistió en la necesidad de «un diálogo fecundo con la oposición». ¿Será que la oposición venezolana también quiere muertos en sus calles?

Por todo lo anterior, queda claro que organizaciones como la OEA, Mercosur y Unasur han perdido su carácter neutral y su papel de mediadores en la región. Siendo controlados por la derecha latinoamericana, sus intereses políticos son claros, y como demuestra la situación actual, prefieren ver un incendio de mentiras en Venezuela, que intentar apagar las llamas de un Paraguay que arde.

Fuente: Sputnik 

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