Los chinos exhiben músculos para demostrar a EEUU sus capacidades militares frente a Taiwán

China simuló bombardeos contra objetivos clave en Taiwán el domingo 9 de abril, en el segundo día de un ejercicio de cerco a gran escala. Las maniobras continuaron el lunes con ejercicios de fuego real. Entrevista con Peer de Jong, ex coronel y vicepresidente del Instituto de Formación Themiis, dedicado a actividades de estabilización y consolidación de la paz.

Por Jelena Tomic

RFI: ¿Qué intenta demostrar Pekín con estas maniobras militares?

Peer de Jong: El ejercicio de cerco total pretende demostrar que China es capaz de establecer un bloqueo completo alrededor de la isla de Taiwán. Por eso este ejercicio reúne a una buena docena de grandes buques de todo tipo, aviones, aeronaves…

Esta zona es extremadamente estadounidense, con la 5ª Flota estadounidense de crucero en la región y alianzas con Japón, Corea del Sur y Taiwán. Esta zona alrededor de Taiwán es un centro de avanzada totalmente controlado por los estadounidenses. Cualquier intrusión china en esta zona pone en jaque a todo el aparato militar, lo que resulta extremadamente significativo, ya que Estados Unidos considera el Pacífico como su «mare nostrum» («nuestro mar», en latín). Una vez más, entre el águila estadounidense y el dragón chino, asistimos a una especie de ronda de observaciones en un marco extremadamente complejo de comprender.

¿En qué consisten los ejercicios de fuego simulado contra objetivos clave?

Es un ejercicio que se desarrolla en dos niveles. El primero es el aislamiento total de Taiwán. El segundo es demostrar que cualquiera que se acerque a Taiwán e intente escapar sería automáticamente destruido por estos disparos de precisión. Esto es lo que los chinos intentarán demostrar con estos disparos simulados contra objetivos clave.

Los objetivos taiwaneses que podrían ser alcanzados por las armas chinas podrían ser infraestructuras, puestos de mando, concentraciones de tropas, sistemas de protección… Porque Taiwán es una isla extremadamente bien protegida, con toda una red de búnkeres, túneles subterráneos… Y los chinos probablemente estén buscando saber más. Así que toda esta instalación defensiva taiwanesa podría ser atacada en una primera salva. La noción de precisión es muy importante. Aquí, los misiles se disparan a unas pocas decenas de metros.

Tras el ejercicio de cerco total de la isla, el ejército chino inicia este lunes ejercicios con fuego real. ¿Cuáles son los objetivos potenciales y qué riesgos entrañan estas maniobras?

Cuando se prueban submarinos y misiles nucleares, suele ser con fuego real. Todos los ejércitos del mundo realizan regularmente fuego real y éste tiene lugar en el mar.

Pero cuando un barco prueba sus misiles, lanza uno o dos -misiles de mar a tierra o de mar a mar, por ejemplo- que caen en aguas internacionales, así que no hay nada que decir. El problema es que [los chinos] intentarán disparar estos misiles lo más cerca posible de la zona económica y exclusiva de Taiwán. Lo que hay que temer es un accidente de disparo.

Con este ejercicio, los chinos quieren demostrar que disponen de armamento de muy alta precisión y de objetivos que se han fijado en el estrecho de Taiwán, que está justo entre China y Taiwán. Así que van a intentar demostrar que pueden disparar a varios cientos de kilómetros de forma extremadamente precisa contra estos objetivos que «habrán sido propuestos o demostrados» de antemano.

En la operación, denominada «Espada conjunta», participan destructores, lanchas rápidas lanzamisiles, aviones de combate, buques cisterna y jammers. ¿Por qué son tan importantes los jammers en este ejercicio?

Los jammers hacen dos cosas. La primera es interferir todos los medios de comunicación. Esto es muy importante cuando quieres «dominar» a tu oponente. En segundo lugar, los interferidores bloquean todo lo relacionado con los misiles y su trayectoria, es decir, la respuesta. Con este ejercicio, los chinos estudiarán teóricamente la capacidad de defensa de Taiwán.

En caso de guerra real, el sistema de baterías antimisiles, antiaéreas y antisuperficie de Taiwán podría tomar represalias contra buques chinos a cientos de kilómetros de distancia. El objetivo del ejercicio es demostrar que los inhibidores harían casi imposible esta posible respuesta taiwanesa.

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