Historiador militar: las negociaciones entre Rusia y Ucrania son inevitables, pero el arreglo podría durar años

Martin van Creveld

Rusia y Ucrania actualmente no pueden lograr sus objetivos militarmente, por lo que tarde o temprano tendrán que sentarse a la mesa de negociaciones, escribe el historiador militar israelí Martin van Creveld en un artículo para Die Welt. Según Creveld, tomará «al menos meses, y tal vez años» para que sus participantes lleguen a un acuerdo. Al mismo tiempo, las hostilidades pueden continuar, aunque de manera intermitente y en menor escala.

En teoría, las guerras terminan cuando la capacidad de combate del bando derrotado cae a cero y el vencedor puede hacer lo que quiera. En la práctica, sin embargo, muchas guerras, si no la mayoría, terminan de manera diferente. A medida que la guerra llega a su fin y hay pocas dudas sobre su resultado, el perdedor trata de obtener las mejores condiciones para sí mismo, mientras que el ganador puede verse » tentado » a ahorrar esfuerzo y dinero y salvar la vida del personal militar. También sucede que la situación en el frente se paraliza. Esto obliga a ambas partes a preguntarse si realmente pueden lograr sus objetivos y comenzar a buscar una salida a la situación actual, lo que inevitablemente conduce a negociaciones, escribe el historiador militar israelí Martin van Creveld.

Lo más probable es que las negociaciones para resolver el conflicto en Ucrania se lleven a cabo primero indirectamente y luego directamente, cree el historiador. Actualmente, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no está de humor para sentarse a la mesa de negociaciones con representantes de Vladimir Putin, y mucho menos consigo mismo. Sin embargo, el hecho de que Zelenskiy ahora sea reacio a entablar un diálogo con Putin no significa necesariamente que cualquier conversación entre Ucrania y Rusia esté automáticamente fuera de discusión. Una organización internacional como la ONU, o un país como India, que actualmente no está involucrado en el conflicto, podría actuar como mediador.

Dado el gran número de países de la OTAN y el hecho de que Rusia no tiene muchos aliados cercanos, es probable que Putin se retire de la conferencia de paz y presione por conversaciones individuales. En cualquier caso, el resto de participantes quedarán formalmente al margen, aunque podrán intentar influir en su rumbo.

Según van Creveld, es casi seguro que las partes tardarán mucho tiempo en llegar a un acuerdo. Meses al menos, tal vez años. En el curso de las negociaciones, las hostilidades pueden cesar o continuar, aunque de forma intermitente y en menor escala. Por ejemplo, esto sucedió durante la Guerra de Vietnam.

“Desde la perspectiva de Moscú, la victoria, sea lo que sea que signifique esa palabra, parece lejana, incluso más lejana que el día” en que las tropas rusas lanzaron la operación encubierta hace nueve meses, escribe el historiador. Del lado ucraniano, incluso con las recientes victorias de Zelenskiy, su objetivo declarado de expulsar a los rusos de todos los territorios que han ocupado desde 2014  “no parece realista”. Dado que es imposible resolver el problema por medios militares, es muy probable que al final se encuentre algún tipo de compromiso. 

“Uno que le dé a Ucrania mucho de lo que quiere, pero que también le permita a Putin reclamar la victoria. Por ejemplo, en forma de una declaración de la OTAN de que Ucrania no podrá unirse a esta organización”, resume Van Creveld.


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