Por Rommel Santos Díaz
La amenaza a la paz mundial esta presente en el conflicto Rusia-Ucrania, una razón inminente para que la Organización de las Naciones Unidas asuma el rol que le corresponde de acuerdo a los artículos 39, 41, 42 y 48 de la Carta de la Organización.
Es evidente la falta de acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el conflicto de Rusia y Ucrania, colocando de ese modo en letra muerta la Carta de la Organización, mientras el conflicto se profundiza y se torna cada vez más complejo y desafiante para la comunidad internacional.
El impacto que esta teniendo la invasión de Rusia a Ucrania en la economía y el comercio global es de indudable preocupación para la comunidad internacional, especialmente para los países pobres y los países en desarrollo que son los que están recibiendo los efectos devastadores de un conflicto que al parecer solo se detendrá cuando Rusia logre alcanzar sus propósitos.
La Organización de las Naciones Unidas esta llamada a jugar un rol protagónico en la mediación entre Rusia-Ucrania aprovechando el silencio de China y las acciones de la Unión Europea y los Estados Unidos de América frente al escenario de guerra que se vive actualmente en Ucrania.
Es urgente que la Organización de las Naciones Unidas se aboque a un proceso de mediación y seguimiento para ayudar a que las partes en conflicto y los países interesados en la paz puedan alcanzar acuerdos fundamentados en el concurso de todos los agentes internacionales conforme al derecho internacional.
La Organización de las Naciones Unidas basada en su Carta debe gestionar la mediación de todos los actores internacionales con la capacidad para lograr el consentimiento de las partes en conflicto y poner a prueba en el conflicto Rusia – Ucrania su capacidad para lograr que las partes negocien de buena fe o se comprometan con el proceso de mediación.
En el proceso de mediación de las Naciones Unidas la imparcialidad es un elemento clave para evitar que se genere una percepción tendenciosa de entre los actores involucrados y de ese modo no afectar los progresos reales en la solución del conflicto Rusia .Ucrania. En ese orden se necesita un equipo de mediadores de las naciones unidas que pueda llevar un proceso de negociación equilibrado en el que se trate a todos los agentes de manera justa y sin intereses materiales.
Se requiere de un ejercicio de mediación inclusivo de parte de las Naciones Unidas en el que las opiniones y las necesidades de las partes en conflicto y otros interesados se sientan representadas e integradas en los resultados del proceso de mediación. Un proceso inclusivo tiene más posibilidad de determinar y abordar las causas fundamentales del conflicto y de asegurar que se atiendan las necesidades de los sectores afectados de la población.
Es muy importante que la Organización de las Naciones Unidas lleve a cabo un proceso de mediación y negociación en el marco que constituye el derecho internacional que rige la situación dada en el conflicto Rusia- Ucrania observando fundamentalmente los convenios y convenciones regionales e internacionales , el derecho internacional humanitario, las normas internacionales de derechos humanos y las aplicables a los refugiados y el derecho penal internacional, incluido, en su caso el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Las acciones de la comunidad internacional, incluida las Naciones Unidas, las organizaciones regionales, subregionales y otras organizaciones, los Estados, las organizaciones no gubernamentales y los agentes nacionales y locales, tiene toda una repercusión en la mediación en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Finalmente, la mediación de la Organización de las Naciones Unidas debe lograr un acuerdo de paz que ponga fin a la violencia y proporcione una plataforma para alcanzar la paz la justicia, la seguridad y la reconciliación de manera sostenible.