«Déjense de joder con Cuba»

Eliana Gilet

Desde México

El 26 de julio de 2021, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia mañanera que su par norteamericano Joe Biden «debe tomar una decisión al respecto» de levantar el bloqueo económico aplicado a Cuba.

«La inmensa mayoría de los países está en contra del bloqueo, es momento de tomar una decisión. Es un llamado respetuoso, desde ningún punto injerencista pero hay que separar lo político de lo humanitario. La vida es lo importante», subrayó López Obrador, quien incluso mencionó explícitamente la importancia de reanudar la llegada de remesas a Cuba desde EEUU.

Durante la semana que ha transcurrido entre esas declaraciones y la publicación de este artículo, el Gobierno mexicano realizó dos envíos de ayuda humanitaria  a la isla. Igualmente lo hizo el Gobierno boliviano, a cargo de Luis Arce, en los últimos días de julio de 2021.

Al consultársele sobre estos gestos de solidaridad y apoyo de Gobiernos latinoamericanos progresistas, el economista Oscar Ugarteche, investigador grado 3 del sistema público en el Instituto de Investigaciones económicas de la UNAM y titular del Observatorio económico latinoamericano, señaló a Sputnik que vio con buenos ojos el reclamo de México a Biden exigiendo que Estados Unidos respete a Cuba.

«El envío de ayuda humanitaria ha sido un bonito gesto, pero el objetivo es convertirlo en algo significativo y continuo. Sobre las declaraciones de López Obrador, no tendría que reclamarlo sólo México sino América Latina junta: déjense de joder con Cuba», apuntó.

Es de destacar el papel asumida por López Obrador en este tema, cuando usualmente había mantenido el perfil neutro en torno a la integración regional, pero ahora lideró el reclamo al Gobierno norteamericano. Días después, se realizó un acto oficial en México para celebrar el cumpleaños de Simón Bolívar, cuando no es un personaje histórico de relevancia específica para el proceso independentista de la República mexicana.

Otro punto para destacar fue la presencia del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en la toma de posesión de Pedro Castillo en Perú, dónde se reunió bilateralmente con el presidente argentino, Alberto Fernández; el de Bolivia, Luis Arce; el de Ecuador, Guillermo Lasso; el de Chile, Sebastián Piñera, así como también con el depuesto Evo Morales.

«El problema económico que sufre Cuba debería ser atendido por toda América Latina, pero con la presencia de Jair Bolsonaro en la presidencia de Brasil, esto es imposible», señaló Ugarteche.

En su análisis, tanto Brasil como Colombia y Chile pueden virar el sentido de sus Gobiernos hacia el progresismo en las próximas elecciones, dado el nivel de rechazo y conflictividad social que han enfrenado los Gobiernos de Bolsonaro, Iván Duque y Piñera respectivamente, durante los últimos dos años.

«Si se da este giro, vamos a tener una América Latina un poquito más progresista que pueda coordinar cosas y brindarle a Cuba el apoyo que necesita. Ese apoyo que le estaba dando Venezuela y que le causó el estrangulamiento económico desde Estados Unidos de rebote. El objetivo del estrangulamiento económico a Venezuela era Cuba«, concluyó.

El 11 de julio estalló en Cuba una manifestación popular en el occidental municipio de San Antonio de los Baños, detonada por la crisis económica y el incremento en los casos de COVID-19, la cual fue replicada luego en otras localidades del país.

Las protestas, sin precedentes desde el triunfo en 1959 de una Revolución liderada por Fidel Castro, derivaron en choques con fuerzas del orden y simpatizantes del Gobierno, llamados por el presidente Miguel Díaz-Canel a defender las calles.

Sin un programa ni liderazgo definido, los manifestantes reiteran consignas de «libertad» y exigen cambios en el país, en medio de reclamos de una intervención humanitaria con el presunto fin de encarar los estragos de la pandemia.

En ese escenario se registraron disturbios y actos vandálicos que motivaron una serie de arrestos en el país, y al menos una persona murió en circunstancias no especificadas en un choque con la policía en La Habana.

El presidente Díaz-Canel admitió que existen razones para el malestar social, pero las achacó fundamentalmente al bloqueo económico, financiero y comercial que EEUU mantiene contra Cuba hace más de seis décadas.

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