Danilo aplastó a Leonel en disputa por el poder

Por Felipe Ciprián
La tempestad va pasando y con el clarear del firmamento ya podemos ir contando las estrellas para ver la realidad política dominicana. Antes no era tan fácil.

Dije hace meses que si se aprobaba la Ley de Partidos, sería con primarias abiertas porque así lo quiere Danilo Medina para buscar la reelección. De lo contrario no se aprobaría.

Cuando en octubre de 2017 comencé a hablar de la determinación de Danilo de buscar la reelección en 2020, salieron los mejores analistas de este país diciendo que eso no era así, que él no estaba en eso y que en el peor de los casos, lo que iba a pasar era lograr un acuerdo con Leonel Fernández para evitar una división del peledeísmo y la pérdida del poder.

Aunque ninguno de esos analistas ha admitido que estaban equivocados, algunos hablan ahora de la posibilidad de la reelección como un hecho próximo a consumar. ¿Cómo llegaron a esa convicción?

Escribí muy claramente que si Leonel estaba dispuesto a luchar contra la reelección tenía que comenzar a pelear ayer, no hoy o mañana, porque de lo contrario no tendría tiempo para armar un proyecto alternativo al reeleccionismo para 2020.

Ya se le está haciendo tarde para vencer, aunque en el hipotético caso de que se decida a pelear, pudiera hacer daño a las aspiraciones de Danilo sin que quede claro a quién puede favorecer.

Política no es pedagogía

Como Leonel confunde la política con la pedagogía, cuando tiene que salir a luchar con sus compañeros por sus objetivos políticos, se ocupa de alabar “el buen gobierno del PLD” -que quiere reelegir a Danilo- y a decir que mis escritos iban dirigidos a dividir al PLD y que eso no pasaría, sino que por el contrario, el PLD iría unido a las elecciones y las ganaría.

Ante esas afirmaciones tan categóricas, respondí que si el PLD iba unido a ganar las elecciones en 2020, sería porque él iba a aceptar a Danilo como candidato y no se opondría a la reelección. Ahora la alternativa es clara: divide al PLD y va como candidato de otro u otros partidos, o se subordina como en 2015, porque el postulado presidencial morado será Danilo.

La recua de precandidatos peledeístas del entorno de Danilo que ya se han lanzado no buscan nada y solo sirven como mascarón de proa del actual presidente que no tan tarde le comparará sus números propios con los de ellos de un solo guarismo. Y apoyarlos sería un suicidio.

Leonel ha querido regresar al poder por sus méritos y por la indulgencia de Danilo, que también aspira y solo descerebrados no lo saben o se hacen los tontos. Ese es su error estratégico. Nadie, hasta hoy, cede el poder sin que se lo arrebaten.

Si al día de hoy Leonel no entiende que Danilo busca la reelección y su contrincante verdadero es él, entonces nada más tiene que hacer sino esperar el desenlace frustrante para su aspiración.

Leonel no quiso pelear a tiempo y será humillado a destiempo, en el hipotético caso de que intente batallar de ahora en adelante.

Escribí que si Leonel quería disputarle a Danilo la candidatura presidencial en su búsqueda de la reelección, tenía que hacer una ruptura a tiempo para que no le pasara como a Jacobo Majluta entre 1986 y 1989 antes de las elecciones de 1990 en que el PRI que había adquirido tuvo un resultado decepcionante.

Leonel está ahora en “artículo de muerte política” y sus allegados no se lo dicen con la claridad que yo se lo puedo decir porque tal vez él no es hombre de escuchar consejos, sino de darlos.

Panorama despejado

El panorama político al interior del PLD está más que despejado: Danilo será el candidato presidencial de esa organización y Leonel tiene dos caminos: desafiar al poder y modificar sus programas neoliberales para atraer masas populares en una concertación anti-reeleccionista, o irse manso, tranquilo, a vegetar, dejando a Danilo que reine mientras quiera.

¿Qué hará Leonel ante ese dilema terrible? No lo sé. Pero hasta el día de hoy puede razonablemente pensarse que se rendirá. Que otra vez dejará pasar la reelección para no tener que exponerse a la cruel venganza del danilismo decidido a impedir su retorno. Nunca ha presentado credenciales de guerrero audaz y dispuesto a la inmolación.

Está más que claro que Danilo ya trituró a Leonel para intentar ser candidato presidencial de esa organización y tengo serias dudas de que este oponga resistencia política real, aunque puede hacerlo en el plano legal para que sean otros quienes se enfrenten a las decisiones que habilitan a Danilo como nuevo presidenciable.

Su testimonio

Leí con avidez el artículo “Un día decisivo para la democracia”, a la firma de Leonel, publicado originalmente en el Listín Diario el pasado martes 7 de agosto de 2018, y terminé convencido de que al profesor le gusta dejar su testimonio.

Las acciones testimoniales en política solo quedan bien para la historia, para el “yo lo advertí”, no para movilizar masas y fundirlas con un objetivo de toma de poder.

Fue lo mismo que hizo el 25 de mayo de 2015 para anunciar su “defensa de la Constitución” invocando el decoro que Martí dejó con su sangre en Dos Ríos, y horas más tarde los senadores que habían prometido seguirlo (a Leonel), se postraron a modificarla para habilitar la repostulación de Danilo y ¡ahí lo tienen en el poder!

De testimonios, estamos bien. De acciones políticas para materializar su objetivo de volver al poder, no se conoce la primera. Por ese camino, Leonel terminará políticamente arruinado.

Con la aprobación de la Ley de Partidos con primarias abiertas que hizo el Senado ayer, las aspiraciones de Leonel ser el candidato del PLD para las presidenciales de 2020 están liquidadas y dudo mucho que acepte competir.

El PRM se hipotecó

Con el giro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), de ferviente anti-reeleccionista a habilitador de la repostulación de Danilo al aprobar las primarias abiertas, ese partido “opositor” acaba de demostrar que se llena el buche de arena pensando que ella alimenta igual que el trigo.

¿Acaso los dos dueños del PRM, Hipólito y Abinader, no entienden que el candidato más difícil de derrotar que puede presentar el PLD es precisamente Danilo Medina?

No lo entienden y tal vez por eso acaban de tejer el lazo con el que los van a ahorcar políticamente en las próximas elecciones, donde con seguridad, uno de ellos dos -varias veces derrotados- encabezará la fórmula presidencial de esa organización política para 2020.

Danilo puede ser la primera minoría electoral, pero las demás, ni juntas, por su torpeza, lo van a superar. Ellos no serían los primeros alelados en política, pero sí los responsables de haber dividido al viejo Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para reproducir en el PRM sus mismas prácticas.

El último sibanco de Danilo

Vencido Leonel -creo que está poco menos que noqueado- Danilo no está asegurado como candidato del PLD porque asumo que tiene la oposición del poder de Estados Unidos para su continuidad más allá de 2020.

Naturalmente, es un obstáculo que él y sus ministros pueden vencer y no hay duda de que tratarán de hacerlo con muchas probabilidades de éxito por interés mutuo, porque los norteamericanos son los políticos más pragmáticos del universo. Hacen lo que les conviene en un lugar y momento, aunque a 500 metros de distancia hagan todo lo contrario, precisamente por conveniencia.

República Dominicana estará sentada próximamente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que no es gran cosa porque allí mandan quienes tienen el poder de veto, pero aunque sea para hacer algarabía, Estados Unidos usará a ese miembro cada vez que necesite dar muestras de su posición dominante en las cuestiones mundiales.

Ya vivimos el precedente del abandono del gobierno dominicano al de Venezuela por el pedido expreso de Estados Unidos. Fue un golpe de timón sin ningún género de dudas. ¿Otro más? ¡Claro, cada vez que quiera el amo!

¿Pueden los gobernantes de Estados Unidos aplazar su agenda de enojo con Danilo por el caso Odebrecht y otros (donde de los enjuiciados por soborno ninguno es de su entorno) para facilitar un entendimiento que le permita seguir en el poder?

Sí pueden hacerlo. Y en este caso lo harían porque no tienen alternativa, al día de hoy, dentro del orden constitucional, y porque Danilo sería (por conveniencia) quien debía estar en disposición de hacer las mayores concesiones a la agenda norteamericana de política internacional.  Peor sería la ingobernabilidad en un país como República Dominicana que estabiliza a otro (Haití).

Danilo no luce dispuesto a aceptar que un enemigo suyo -del que Leonel es el puntero de vanguardia- tome el poder y lo humille. Creo que prefiere postrarse ante otro poder, a que lo sojuzguen fuera de él.

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