Mike Pompeo acude a reunión de la OTAN para pedir un aumento del gasto militar

Recién investido en sus funciones de secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo llegó este viernes a Bruselas para insistir en uno de los mayores deseos del presidente Donald Trump: exigir a los aliados de la OTAN que echen mano al bolsillo.

Este «halcón» despierta temores en sus aliados europeos, que temen que su belicosa reputación perjudique la doble vía con respecto a Rusia, una mezcla de disuasión militar y diplomacia.

Apenas unas horas después de prestar juramento, el exresponsable de la CIA llegó a Bruselas para conocer a sus nuevos homólogos durante una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN, organizada antes de una cumbre de la Alianza los días 11 y 12 de julio.

Varios ministros insistieron antes del inicio de la reunión en la necesidad de mantener el diálogo con Moscú, condición para intentar resolver muchos conflictos, especialmente en Siria, donde el régimen de Damasco se sostiene gracias al apoyo ruso.

Mike Pompeo fue directo al meollo de la cuestión. «El trabajo que se hace hoy aquí es incalculable y nuestros objetivos son ambiciosos. Esta misión significa mucho para Estados Unidos».

El mensaje que manda es bien conocido: Trump ha insistido desde sus primeras horas de campaña en que los otros miembros de la Alianza atlántica deben aumentar sus gastos militares para reducir la participación de su mayor contribuyente, Washington.

«Estados Unidos pondrá el acento en la necesidad de compartir mejor la carga, de reforzar la disuasión y la defensa, así como reforzar el papel de la OTAN en la lucha antiterrorista», explicó un alto responsable estadounidense.

Algunos aliados, como Alemania, España y Bélgica, están muy alejados del compromiso tomado por los miembros de la OTAN en 2014 de asignar el 2% de su PIB para defensa antes de 2024.

Trump ha atacado públicamente varias veces a Berlín, acusándolo de deber «enormes cantidades de dinero». Alemania lo ha negado rotundamente.

«Seis países de la OTAN lo hacen, otros nueve han presentado planes creíbles para cumplir, y es el momento para los otros 13 miembros de la Alianza de ponerse al nivel, especialmente Alemania, el miembro europeo de la OTAN más grande y rico», afirmó el responsable estadounidense, añadiendo que Berlín no tiene previsto aumentar sus gastos militares más allá del 1,25% de su PIB hasta el año 2021.

Unas declaraciones que resuenan con mayor fuerza en momentos que Angela Merkel debe entrevistarse con Donald Trump este mismo viernes en Washington.

– Rusia, «factor desestabilizador» –

Pompeo debería justificar la necesidad de aumentar los gastos esgrimiendo la amenaza planteada por Rusia, «un factor desestabilizador en Ucrania, Georgia y Siria», según el alto responsable estadounidense.

«Enfatizaremos lo importante que es para todos los aliados tomar esta amenaza en serio, honrar su compromiso» respecto a los gastos militares, dijo la misma fuente.

Exmilitar de 54 años, responsable desde enero de 2017 de la agencia de inteligencia más importante del mundo, Pompeo se esforzó delante del Congreso estadounidense en suavizar su imagen de halcón.

Con el firme apoyo de Trump, que le calificó el jueves de «activo excepcional» para Estados Unidos en un «momento crítico», Mike Pompeo había sido enviado a finales de marzo para una reunión secreta con el líder norcoreano, Kim Jong Un, para preparar el terreno antes de la inédita cumbre prevista a principios de junio con el presidente estadounidense.

Sus habilidades diplomáticas serán puestas rápidamente a prueba con la esperada decisión del 12 de mayo de Donald Trump sobre el acuerdo nuclear iraní, que amenaza con «romper».

AFP

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