Pacientes agrandan su miembro hasta media pulgada por sesión por un costo entre los 11,000 y 20,000 dólares
El ácido hialurónico es un compuesto ampliamente usado en el mundo de la medicina estética por sus efectos en la lucha contras las arrugas, las imperfecciones y el fotoenvejecimiento, sin embargo, hay un uso desconocido para muchos y que se encuentra en auge en los Estados Unidos: los inyectables disolubles para el pene que prometen agregar unas pulgadas más.
«Siento como si estuviera sosteniendo un bate de béisbol», dijo un paciente de 25 años que se sometió al procedimiento al describir su falo postrelleno al New York Post.
Este paciente es solo uno de los muchos hombres que «están ampliando sus horizontes sexuales» con las inyecciones de rellenos de pene a base de ácido hialurónico, libre de cirugía, y cuyos resultados duran más de un año y son reversibles, a diferencia de las técnicas de implante más invasivas, según resalta The Post.
A pesar del auge, los procedimientos para aumentar el volumen del pene han existido desde 2016 y este año su popularidad ha incrementado, según los expertos consultados por el medio neoyorquino.
Los interesados en el proceso ensanchan sus miembros hasta media pulgada por sesión, y algunos pacientes agregan hasta dos pulgadas en general en un intento por aumentar la confianza y mejorar el rendimiento.
«Esto está de moda en este momento», declaró el Dr. Chris Bustamante, fundador de Lushful Aesthetics, un enfermero practicante con doctorado certificado que se especializa en medicina estética y cuyos clientes van desde hombres comunes hasta estrellas porno.
Detalles del procedimiento
El ácido hialurónico, el protagonista en el procedimiento revolucionario, es una sustancia química que se encuentra de manera natural en el cuerpo humano en el líquido de los ojos y las articulaciones, lo que lo hace más biocompatible que la silicona y otros implantes.
«Las ventajas de usar el relleno de ácido hialurónico para este procedimiento son el perfil de seguridad, porque el ácido hialurónico está naturalmente en su cuerpo», dijo a The Post el David Shafer, un cirujano plástico de la ciudad de Nueva York galardonado y con doble certificación.
El compuesto está aprobado por la FDA para corregir las imperfecciones en el mentón y las mejillas, y también se está usando para aumentar los falos, aunque esto último aún no está aprobado por la agencia reguladora de medicamentos de los Estados Unidos.
Los precios para realizarse el procedimiento oscilan entre los 11,000 y 20,000 dólares una ronda completa de tratamiento, según el tipo o la cantidad de inyecciones y el tamaño deseado, desde pequeño hasta extra grande.
Dependiendo de lo que desea el paciente, el proceso puede requerir de 10 a 20 jeringas de relleno y los resultados comienzan a verse de manera instantánea. Sin embargo, los efectos completos no se verán (ni se sentirán) durante aproximadamente dos semanas, y se desaconseja el coito entre las primeras 48 horas posteriores a la cirugía.
El compuesto tiene una «unión especial entre las moléculas» que ayuda a que los resultados perduren hasta dos años.
El procedimiento es mínimamente invasivo, toma alrededor de 15 a 20 minutos para llenar dos sitios de inyección y solo requiere anestésicos tópicos, como la lidocaína, el mismo analgésico local que se usa para las picaduras de mosquitos.
La técnica de esponjamiento del falo es completamente reversible: «Si al paciente no le gustó o quiso modificar el resultado o tuvo algún otro problema, hay una enzima especial que hemos llamado hialuronidasa, que podemos inyectar» para disolverlo, según dijeron expertos a The Post.
O también pueden esperar, ya que «los productos son temporales, lo que significa que su cuerpo los metaboliza con el tiempo».
Los inconvenientes
A pesar de las ventajas y los resultados, los rellenos del pene no están libres de inconvenientes y, es que sumado a su exorbitante costo, también hay complicaciones raras pero graves como necrosis o muerte del tejido, por inyecciones accidentales en un vaso sanguíneo.
Además, no todo los hombres son elegibles para el procedimiento, ya que el compuesto prohíbe el uso en fumadores y las personas que toman anticoagulantes, así como a los pacientes con los llamados «micropenes», quienes, irónicamente, vistos como malos candidatos.