Claudio Caamaño Vélez: el político que se rehúsa a estar atado a las cadenas de la corrupción

Por sus venas corre la sangre patriótica dejada por su padre, el ex guerrillero Claudio Caamaño, y su tío, Francisco Alberto Caamaño Deñó, que lo impulsan a seguir por el camino de la honestidad.

Apegado a valores que no lo dejan flaquear Claudio Caamaño Vélez vive con la esperanza de disfrutar de un país libre de corrupción, donde prevalezcan las leyes y los derechos ciudadanos sean respetados como se debe.

Sentado en la sala de su casa, (Los Frailes, Santo Domingo Este) un lugar que lejos de estar rodeado de lujos se encuentra lleno de una historia que no le permite desviarse de sus principios, Caamaño Vélez repudia y se rehúsa a dejarse arrastrar por las «cadenas de la corrupción» que han predominado en el sistema político dominicano.

Aunque pertenece al partido de gobierno, Partido Revolucionario Moderno (PRM), es enfático al decir que «No podemos dejar de criticar las cosas malas y aplaudir las cosas buenas, sin importar de donde vengan».

Sus aspiraciones para ser diputado no se vieron concretizadas en el pasado proceso electoral, por poco apoyo, sectores que trabajaron para bloquearle el camino o, quizás, solo porque no estaba en su destino llegar a la Cámara Baja en esta oportunidad.

“Que no pusieran ni un voto que no fuera mío” reza una de sus oraciones, (refiriéndose a lo dicho a los delegados que lo acompañaron en el proceso) y marcada de orgullo, ya que, aunque solo alcanzó poco más de siete mil votos “fueron votos de conciencia, votos de compromiso, votos auténticos”.

A su conciencia, en la política no se invierte, se gasta, porque cuando se invierte y llegas al poder, buscas obtener nuevamente lo gastado durante el proceso.

Por eso, ser rechazado por sectores que fijan una posición diferente a su convicción no es tema de preocupación debido a que cuando tienes el rechazo de sectores que representan atraso, lo negativo, tú debes sentirte bien. «Cuando esos sectores te rechazan es porque tú significas lo contrario», expresó, mientras conversaba con el equipo del periódico Yosper.

Las actividades que lo desintoxican de la política

Con el negocio Peces de Colores se quita la ropa de político y abogado, y se sumerge en el mundo de la crianza de diferentes especies de peces, actividad dejada como herencia de sus padres y con la que se desintoxica del mundo de la política.

Pero, no solo apuesta a la crianza de peces en Santo Domingo Este, sino que ha hecho de una propiedad adquirida por sus padres hace más de 20 años un lugar donde prevalece el amor y el respeto hacia los árboles, los ríos y las aves.

Conocida como Eco Aldea, una finca ubicada en la comunidad Los Arroyones, Villa Altagracia, Claudio Caamaño construyó hace seis años un espacio ecológico que cuenta con energía eléctrica producida con paneles solares.

Este espacio, ofrecido al público, nace de su inclinación por preservar el respeto hacia el curso de la naturaleza y no alterar la vida animal y vegetal, todo lo contrario, apuesta por la convivencia del ser humano en armonía con el medio ambiente.

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