Critican medidas de Cultura que conllevaron a ausencia de comparsas y pérdida de brillo del desfile de Carnaval Nacional

SANTO DOMINGO.- La vistosidad, la representatividad, la calidad, la música y los disfraces que dan colorido y alegría para celebrar con ánimo y entusiasmo un carnaval, se vieron deslucidos debido a la ausencia de importantes comparsas en el Desfile Nacional de Carnaval de la República Dominicana 2019, celebrado este domingo en la capital del país.

El Malecón de Santo Domingo acogió durante la tarde a los participantes en este acontecimiento cultural, cuyo tradicional carácter identitario se vio deslucido debido a que formaciones de Puerto Plata o La Vega, entre otras provincias, rehusaron acudir a la cita de este año, dejando grandes huecos en el itinerario.

En el Desfile Nacional del Carnaval tradicionalmente convergen las mejores muestras de los diferentes carnavales locales que se celebran en el país, algo que lo distingue del resto de celebraciones carnavalescas del mundo y que lo convierte en una auténtica muestra de identidad dominicana.

Las comparsas desfilaron durante algo más de dos horas, un tiempo inferior al de otras ediciones (en las que la fiesta se suele prolongar durante cinco o seis horas), con esperas prolongadas entre el paso de una comparsa y la siguiente.

El promotor cultural Roldán Mármol no dudó en calificar la experiencia de este año como un “fracaso total”, una situación “muy penosa, donde el gran afectado es el gran público” que acude a “la fiesta cultural más importante que se celebra en la República Dominicana”, y donde, tradicionalmente, se presentan las diferentes muestras carnavalescas del país.

El Ministerio de Cultura había anunciado que se dedicaría el evento a la provincia de Puerto Plata, que a lo largo de los años ha desarrollando una de las expresiones más emblemáticas de la cultura nacional en su búsqueda de una identidad propia en el ámbito del carnaval.

Por eso el público, muy mermado en comparación con otras ediciones, no tuvo ocasión de ver desfilar a una de sus figuras más representativa, el Taimáscaro, un diablo cojuelo que reproduce deidades taínas en sus máscaras, y en cuyos trajes hay elementos de la cultura española y de la esencia africana, decorados con cintas multicolores y cuajados de caracoles que simbolizan el océano Atlántico.

La ausencia de algunos de los cortejos más importantes de las principales provincias se ha debido, según Mármol, a algunas decisiones tomadas por el Ministerio de Cultura, que han generado una estampa que se produce “por primera vez en la historia del desfile”.

Entre esas decisiones, explicó, están las de rebajar la cuantía de los premios para las formaciones ganadoras en las diferentes categorías del desfile, así como la merma de las dietas que se entregan a las personas que integran las comparsas.

Así, sin las formaciones carnavalescas más importantes de las provincias, discurrió el desfile, que este año estuvo dedicado a la industria del celuloide nacional.

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