Duelo de conciertos en ambos lados de frontera Colombia-Venezuela condimenta pugna por ayuda humanitaria

CÚCUTA, Colombia (Reuters) – Las tensiones en la frontera entre Colombia y Venezuela por el ingreso de ayuda humanitaria para aliviar la escasez en el país socialista tendrán el viernes música como telón de fondo, con un duelo de conciertos a ambos lados de la zona limítrofe.

El multimillonario británico Richard Branson promovió “Venezuela Aid Live” cerca del puente de Tienditas, en la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta, donde él y unos 35 artistas esperan recaudar 100 millones de dólares en donaciones.

Se esperan unas 250.000 personas en el evento gratuito, que contará con las actuaciones de Alejandro Sanz, Maluma, Luis Fonsi, Juanes y Carlos Vives entre otros artistas. Las donaciones se recibirán en línea y mediante depósitos directos.

    Mientras tanto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien niega que haya una crisis humanitaria en su país, planea una presentación justo al otro extremo del mismo puente y otra en el cruce Simón Bolívar, el principal paso entre los países.

El evento de Tienditas se realizará cerca de la bodega en la que están almacenadas cientos de toneladas de ayuda humanitaria internacional que se pretende trasladar a Venezuela el sábado.

Maduro calificó la ayuda como una “provocación” y un “show”, mientras acusó al gobierno del estadounidense Donald Trump -que ha impuesto sanciones severas contra el gobierno y dirigentes venezolanos- de tratar de forzar su salida del poder.

“Inventan un show, se traen artistas internacionales, los artistas internacionales que van a ese show deben saber que se están prestando para una provocación de agresión contra Venezuela detrás de la cortina de supuesta ayuda humanitaria”, dijo Maduro en una entrevista transmitida el jueves en la noche por la televisión estatal.

El opositor Juan Guaidó, reconocido como el líder legítimo de Venezuela por docenas de países, salió el jueves de Caracas en una caravana con diputados y simpatizantes con la promesa de asegurarse de que la ayuda pueda ingresar desde Colombia.

“Serán miles de venezolanos, es un tsunami que se viene de un extremo a otro, (…) nos moveremos a los costados y pasarán por entre nosotros los camiones de la libertad”, dijo la diputada Gabi Arellano, exiliada en Cúcuta desde hace varios meses, a periodistas.

INCERTIDUMBRE

    Analistas políticos creen que el plan de ingresar la asistencia tiene menos que ver con resolver las necesidades de Venezuela y más con probar la lealtad de los militares hacia Maduro al desafiarlo a rechazar la ayuda.

El presidente de Colombia, Iván Duque, estará el viernes en la frontera con sus homólogos de Chile, Sebastián Piñera, y de Paraguay, Mario Abdo, para inspeccionar las bodegas llenas de alimentos y medicinas.

“Iván Duque está poniendo a Colombia como plataforma de la agresión contra Venezuela”, dijo Maduro.

En Cúcuta, en donde se decretó día feriado, los residentes tienen incertidumbre sobre lo que pueda suceder en los próximos días y muchos dicen que se quedarán en las puertas de sus casas, lejos de posibles problemas.

    “Todos están al tanto de lo que va a pasar”, dijo Carolina Guzmán, de 38 años, propietaria de un restaurante. “Lo más importante es que la ayuda se reparta y las cosas comiencen a cambiar allí para que podamos volver a la normalidad aquí”.

    Branson dijo el miércoles que espera que el concierto aliente a los militares venezolanos a desafiar las órdenes de Maduro y permitir que la ayuda humanitaria cruce la frontera.

    La oposición ha sugerido formar cadenas humanas, mientras que el gobierno de Brasil se comprometió a entregar ayuda en camiones conducidos por venezolanos.

    También se está almacenando algo de ayuda en la isla holandesa de Curazao y un barco que transporta 250 toneladas de ayuda está en camino desde Puerto Rico.

Pero Maduro ordenó el jueves cerrar la frontera con Brasil y anunció que considera hacer lo mismo con Colombia. La frontera marítima con Curazao, Aruba y Bonaire ya está cerrada.

    “No creo que los militares dejen entrar la ayuda y habrá otro conflicto. Estoy muy preocupada porque mi familia está allí”, dijo Eduardo Bustillos, de 40 años, un antiguo portero en una escuela venezolana que migró a Cúcuta con su hijo hace 20 días.

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