Cardiólogos señalan cómo incide la pobreza en los padecimientos del corazón

Las enfermedades crónicas como las cardiovasculares están estrechamente vinculadas a las condiciones de pobreza y falta de educación en salud. Afectan a la persona, desde su inicio hasta el tratamiento, por lo que se requiere elevar los niveles educativos en salud y ofrecer mayor atención integral a la gente.

Así lo analizaron los doctores César Herrera, director del Cardiovascular de Cedimat; Ernesto Díaz Alvarez, director del Instituto de Cardiología; Pedro Ureña, cardiólogo hemodinamista; y Pura Henríquez, cardióloga intensivista.

Sin embargo, asegura Herrera, una vez que el paciente tiene las enfermedades cardiovasculares, aunque tenga acceso a la tecnología avanzada, el problema persistirá si no se educa y cambia de hábitos.

Recordó que las enfermedades cardiovasculares son crónicas, por tanto incurables.

A su juicio, si las personas no comen adecuadamente, no tienen acceso a medicamentos o no están debidamente educados en salud, no hay forma de tener controladas las patologías crónicas. Insiste en que se trata también de un problema de políticas públicas y el Estado debe favorecer espacios para que la gente haga ejercicios o tenga acceso a los medicamentos.

Herrera asegura que todos los estudios médicos y sociológicos realizados establecen la estrecha vinculación entre pobreza, desconocimiento y salud.

Cuando ya la enfermedad está establecida se da un proceso de influencia socio económica.
La diabetes es una enfermedad cardiovascular y si paciente hace lo mismo no podrá haber cambios. Lo socio económico persiste.

Ernesto Díaz. Con respecto a la relación pobreza y enfermedades cardiovasculares, el director del Instituto de Cardiología dijo que la gente pobre enferma más y muere más debido a la pobreza. Son mayores los factores de riesgo existentes.

La hipertensión es más común en los grupos más pobres. Esto se debe a que existe un mayor riesgo, aunque ya han cambiado los parámetros.

“El que tiene dinero se alimenta mejor, va a los gimnasios y si se enferma tiene acceso a buenos tratamientos”, dijo Díaz Álvarez. “La gente pobre come a la hora que aparece la comida y se llena de carbohidratos y todo lo que encuentra, que no siempre es lo mejor”.

En la República Dominicana la pobreza es la responsable de numerosas enfermedades no transmisibles, lo cual se hace gigante por la falta de educación y la gran ingesta de comidas chatarras.
Pedro Ureña. Al respecto, el doctor Pedro Ureña asegura que las condiciones socio económicas de la gente pueden hacerlos sucumbir en materia cardiovascular, por falta de recursos.

“Aunque no sea un factor concluyente, existe un menor acceso a medicamentos preventivos con probada efectividad, como los antihipertensivos”.

Ureña dijo que esto ha sido demostrado en múltiples estudios, a medida que es más bajo el nivel socio económico es mayor el estrés que maneja la persona.

Indicó que otros factores determinantes a considerar son la inadecuada alimentación y el problema de acceso a medicamentos de calidad.

Pura Henríquez. También se refirió al tema la cardióloga Henríquez, quien aseguró que la pobreza dificulta el acceso a la recreación y alimentos saludables.

“La República Dominicana no tiene desarrollado el acceso a parques y la recreación sana”, lamentó.
Sin embargo, Henríquez dijo que ser pobre no es una condena para tener enfermedades cardiovasculares. “La pobreza se convierte en una limitación”.

 

Altagracia Ortiz, hoy.com.do

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