Congreso peruano aprueba nuevo pedido de destitución de Kuczynski por nexos con Odebrecht

LIMA (Reuters) – El Congreso peruano aprobó el jueves una solicitud para discutir la próxima semana la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski por acusaciones de mentir sobre sus relaciones con la empresa brasileña Odebrecht, investigada por corrupción.

La iniciativa, la segunda en tres meses promovida por la oposición, fue aprobada con 87 votos a favor, 15 en contra y 15 abstenciones de los legisladores en el Congreso unicameral.

 Kuczynski, quien asumió en julio de 2016, evitó ser destituido en diciembre gracias al apoyo de legisladores disidentes del mayor partido opositor, Fuerza Popular, que lidera la excandidata presidencial Keiko Fujimori.

Representantes de los partidos políticos en el Congreso acordaron convocar a Kuczynski el 22 de marzo para que pueda defenderse de las acusaciones. Para que el exbanquero de centroderecha de 79 años sea destituido, es requerido el voto a favor de al menos 87 de los 130 miembros del Parlamento.

“Como lo dije desde un inicio, no tengo nada que ocultar y estoy dispuesto a declarar con total transparencia ante las instancias correspondientes”, dijo Kuczynski a través de la red social Twitter tras la decisión del Congreso.

 Según la solicitud de destitución, Kuczynski mintió al negar su “vínculo contractual” con Odebrecht y su relación con ejecutivos de la firma cuando ocupó un cargo gubernamental hace más de una década, algo que fue reconocido después por el propio mandatario.

Kuczynski, quien ha negado que sus lazos con Odebrecht reflejen algún acto ilegal, fue ministro de Economía y primer ministro entre 2004 y 2006 durante el Gobierno del exmandatario Alejandro Toledo, quien es investigado por presuntamente haber recibido sobornos de la firma brasileña.

En el marco de la investigación a Toledo, un fiscal interrogó a Kuczynski el jueves en calidad de testigo en Palacio de Gobierno, un día después de que la justicia local aprobara enviar a Estados Unidos una solicitud para extraditar al exmandatario.

“Queremos escucharlo y realmente ver si tiene algún argumento”, dijo el legislador Daniel Salaverry, portavoz del partido derechista Fuerza Popular, que apoya la “vacancia” presidencial.

INCERTIDUMBRE

Odebrecht, una de las mayores constructoras de Latinoamérica, ha admitido el pago de sobornos en varios países latinoamericanos para ganar obras públicas, incluyendo Perú.

El exjefe de Odebrecht en Perú Jorge Barata declaró a fines de febrero ante fiscales peruanos en Brasil que entregó dinero para campañas electorales, entre ellas la de Kuczynski y la de líder opositora Keiko Fujimori.

El Gobierno ha acusado a grupos de izquierda de promover la vacancia de Kuczynski porque no le perdonan el haber indultado al expresidente Alberto Fujimori, quien cumplía prisión por abusos a los derechos humanos y corrupción.

“No podemos aceptar una decisión apresurada por pasiones. Yo invoco al Parlamento que revise sus evaluaciones. Que la venganza del indulto no se realice”, dijo la primera ministra y legisladora oficialista, Mercedes Aráoz. La vacancia pone además “en riesgo el grado de inversión” del que goza Perú, agregó.

Si Kuczynski es destituido, la Constitución peruana establece que sería reemplazado por el primer vicepresidente, Martín Vizcarra, y éste, a su vez, por el segundo vicepresidente.

Elecciones anticipadas serían celebradas sólo si ninguno de los dos quisiera asumir ante una eventual salida de Kuczynski.

Inversionistas en Perú temen que candidatos menos amistosos con los mercados puedan ganar en comicios anticipados, en un contexto en el que los peruanos están decepcionados con casi todos los políticos conservadores por su vinculación con escándalos de corrupción.

El presidente del Banco Central, Julio Velarde, afirmó a periodistas que la incertidumbre podría afectar “en algo” la recuperación de la economía del país.

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