Miles en Florida se manifiestan por un mayor control de armas de fuego

Furiosos, estudiantes, padres y profesores exigen a Donald Trump medidas inmediatas

Reprochan al presidente estadunidense que recibiera dinero de la Asociación Nacional del Rifle

Medios de información locales documentan que el autor de la matanza era violento e inestable

Fort Lauderdale, Florida.- Miles de furiosos estudiantes, padres, profesores y vecinos de una escuela secundaria de Florida, en la que 17 personas murieron a tiros, exigieron ayer medidas inmediatas y leyes más estrictas para el control de armas. Aseguraron que no cederán hasta que sus demandas sean cumplidas.

Alumnos sobrevivientes del tiroteo en la escuela de Parkland reprocharon al presidente estadunidense, Donald Trump, sus vínculos con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).

Cada político que recibe donaciones de la NRA es una vergüenza, dijo la joven Emma González en un emotivo acto en Fort Lauderdale, tras fustigar a Trump por las millonarias contribuciones que recibió de dicha asociación durante su campaña presidencial de 2016.

La marcha en Fort Lauderdale tuvo un carácter político por los crecientes sentimientos de ira y duelo a raíz de la matanza en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas. Autoridades afirman que un estudiante expulsado, quien tenía problemas de salud mental y había sido reportado a las agencias del orden público, usó un fusil semiautomático, comprado legalmente, para matar a alumnos y personal del plantel.

Debido a las leyes de armas, gente que conozco, que amo, ha muerto. Nunca podré verlos de nuevo, lamentó Delaney Tarr, estudiante de la secundaria, ante el público que abarrotó las escaleras y el jardín de la corte federal.

El público coreó: ¡Voten para sacarlas! Y mostró carteles en los que se exigían medidas. Algunos decían: #Nunca Más#HaganAlgoAhoraNo dejen que mis amigos mueran.

Con base en registros públicos, entrevistas a amistades y familiares e interacciones por Internet, todo indica que Nikolas Cruz, presunto autor del tiroteo que dejó 17 muertos el pasado miércoles, era inestable y violento. Cuando su conducta amenazante fue notificada, las autoridades competentes hicieron poco por detenerla, se informó ayer.

Cruz abandonó una casa rodante en los suburbios del condado Palm Beach en noviembre anterior, porque la persona que le dio un hogar temporal no le permitió tener un arma, por lo que el joven se fue a vivir con familiares. Su madre falleció en noviembre y su padre hace años.

La agencia de bienestar infantil de Florida investigó a Cruz después de que él grabó en un video que estaba cortándose, pero la agencia concluyó que el joven era estable, según registros estatales.

Además, según CNN, el joven usó un grupo de chat para lanzar violentos comentarios racistas y antisemitas.

Cruz, entonces de 18 años, fue considerado presunta víctima de negligencia médica y supervisión inadecuada. Su madre adoptiva, Lynda Cruz, entonces de 68 años, fue identificada como la presunta perpetradora.

El señor Cruz estaba en Snapchat cortándose en ambos brazos, se reportó a la línea directa de alerta del DCF en agosto de 2016. Tiene cortes recientes en ambos brazos. Dijo que planea salir y comprar un arma. Se desconoce para qué está comprándola.

Según el periódico The Sun Sentinel, la investigación del DCF terminó el 12 de noviembre. La agencia concluyó que Cruz no sufrió maltrato de su madre, que recibía la atención adecuada de un consejero de salud mental y asistía a la escuela.

Pero Cruz fue diagnosticado con autismo, trastorno neurológico que a menudo lleva al aislamiento y provoca déficit de atención e hiperactividad.

AFP y AP

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