Más ficción que realidad: EEUU tira a un lado el proyecto futurista de cañón de riel

El proyecto de los cañones de riel, las potentes armas de la Armada estadounidense, podría llegar a su fin tras más de una década en desarrollo y unos 500 millones de dólares invertidos. Si bien las pruebas continúan, la escasa financiación efectivamente prevendría que el cañón entrara en servicio real.

El Departamento de Defensa estadounidense considera revertir la financiación del proyecto de ‘railgun’ —el cañón de riel— a favor de una mezcla de las tecnologías ya existentes y las desarrolladas para el prototipo, informa el medio militar estadounidense Task & Purpose.

El cañón de riel, capaz de propulsar un proyectil a velocidades supersónicas gastando solo electricidad, buscaba romper el monopolio de los cañones de pólvora en la artillería naval. La potencia del impacto de un simple lingote de metal a estas velocidades sería devastadora para cualquier blanco.

No obstante, el escrutinio de este y otros proyectos prometedores —denominados en EEUU como ‘los que cambian el juego’ (‘game-changer’)— llevó a los legisladores y expertos militares norteamericanos a considerar el abandono o la congelación del proyecto.

El prototipo del ‘railgun’, además de no cumplir con los requisitos de la Defensa estadounidense, resultó demasiado caro para introducir en masa. De todos los buques de la Armada de EEUU, solo los destructores furtivos clase Zumwalt tienen la potencia eléctrica de cargar el cañón: todos los demás buques no la poseen o requerirían modificaciones extensas.

Otra razón de la pérdida de interés es el proyecto paralelo de los proyectiles de alta velocidad (HVO, por sus siglas en inglés).

Las municiones ultraveloces, desarrolladas para el cañón de riel, resultaron adecuadas también para los cañones convencionales de los buques de guerra de EEUU con una admisible pérdida en las características.

Así, la Defensa del país optó por aprovecharse de una tecnología que se puede adoptar rápidamente en masa en vez de seguir con el proyecto de un singular cañón electromagnético que apenas podría emplearse en las Fuerzas Armadas del país.

No obstante, el ‘purgatorio’ al que posiblemente será echado el proyecto de ‘railgun’ no significaría su fin definitivo.

El propio Task & Purpose estima que la revolución eléctrica —similar a lo experimentado en otras industrias por todo el mundo— no esquivará el sector militar, y que «en algún momento las ventajas de railgun se impondrán sobre las desventajas», y los cañones electromagnéticas serán el estándar de la artillería naval.

Mientras, los Zumwalt que fueron desarrollados con el ‘railgun’ en mente como su potencial arma ofensiva, están bajo una revisión de su potencial papel militar en la Armada del país, informa The Drive.

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