Mientras EEUU decide mantener el bloqueo, la UE se acerca a Cuba

Cuba marcó dos victorias diplomáticas que implican «una abrumadora condena» al bloqueo que EEUU le impuso hace 55 años. A la entrada en vigor provisoria de un acuerdo entre la isla y la Unión Europea, se le suma el masivo rechazo en el seno de la ONU a la postura que mantiene Washington.

Apenas con la negativa de EEUU e Israel, ninguna abstención y el visto bueno de 191 países, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que condena el bloqueo, el mismo día que entraba en vigor el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, firmado por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini.Según explicó a Sputnik Néstor Marín, editor jefe de la redacción de política de la agencia Prensa Latina, la coincidencia entre ambos acontecimientos se debe leer como una manifestación de apoyo de Bruselas hacia La Habana.

«Es un espaldarazo a la posición que ha tenido siempre la UE contraria al bloqueo que mantiene EEUU contra Cuba hace más de 50 años», valoró Marín, quien destacó la «abrumadora mayoría» que condenó en la ONU la política de Washington hacia la isla.

El Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, firmado en diciembre de 2016 y en vigor a partir del 1 de noviembre, consta de tres capítulos principales: el impulso del comercio bilateral; el favorecimiento del diálogo político; y la cooperación económica entre ambas partes, recordó Marín.

«Una de las cuestiones más importantes es que así se pone fin a la denominada ‘posición común’, adoptada por el bloque regional en 1996 y que fue rechazada desde el principio por La Habana por considerar que tenía un carácter unilateral, injerencista, selectivo y discriminatorio», aseguró el editor jefe de Prensa Latina.

La política comunitaria citada por Marín «establecía una especie de restricciones a los países de la UE a la hora de relacionarse con Cuba, por las supuestas violaciones a los derechos humanos en la isla». Esta postura siempre tuvo el rechazo de La Habana y «fue uno de los obstáculos para el establecimiento pleno de relaciones comerciales, económicas y políticas».»La entrada en vigor de este acuerdo pasa la página y termina con este capítulo negativo para dar inicio a un nuevo tipo de relaciones, ya basadas en el respeto y la observancia del derecho internacional», apuntó el experto.

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