El turismo pone a Barcelona en situación de «emergencia total»

MADRID — La masificación turística hace que algunas de las ciudades de la costa mediterránea y las Islas Baleares se encuentren en una situación de «emergencia total», aseguró  Isabel Vallet, portavoz nacional de Endavant, una de las plataformas que recientemente organizó protestas contra el modelo turístico

«Entendemos que ahora mismo en ciudades como Valencia, Barcelona o Palma se está produciendo una situación de emergencia total por la masificación turística», afirma la portavoz de Endavant, organización independentista catalana y anticapitalista que se integra en la Candidatura de Unidad Popular (CUP).

Las protestas contra el modelo turístico coparon en las últimas fechas buena parte de la atención de políticos y medios de comunicación en España después de que miembros de la organización independentista Arranue irrumpiera en un restaurante en Palma con bengalas y pancartas con mensajes como «tourist go home«.Desde entonces, tanto Arran como Endavant y otras organizaciones del País Vasco llevaron a cabo acciones reivindicativas como pintadas en lugares de interés turístico o, más recientemente, poner pegatinas en vehículos de alquiler para turistas.

En opinión de Vallet, estas protestas pretenden visibilizar el malestar de la población en lugares donde se llevó a cabo una «apuesta institucional» por el «monocultivo turístico» que «precarizó la vida a la clase trabajadora».Esta exdiputada en el Parlamento de Cataluña (2013-2015) relata que «los lugares que viven del turismo tienen los salarios de sus habitantes estancados mientras que el coste de la vida no para de subir».

Del mismo modo, denuncia que las condiciones laborales del sector turístico son «absolutamente precarias» y califica como «miserables» los sueldos de los trabajadores, que rondan entre los 500 y los 700 euros al mes, cuando el sueldo más habitual en España ronda los 1.000 euros y el medio es de 1.600.

«Aquí en Barcelona hay ofertas de pisos turísticos o habitaciones en hoteles de lujo donde el turista paga 150 euros la noche al tiempo que los trabajadores cobran salarios de miseria», resume Vallet.

Además de apuntar a la precarización del sector, Vallet señala que la «turistificación» está «expulsando» a los ciudadanos de sus barrios porque a los propietarios les resulta más rentable ofrecer los inmuebles para alquileres vacacionales que para la instalación de residentes.

«Están convirtiendo las ciudades en unos aparadores donde nosotras estamos malviviendo para que la industria turística se forre», relata.

(Sputnik)

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