Rusia ha comenzado a reposicionar sus sistemas de defensa antiaérea en Siria.
Al día siguiente de su decisión de suspender toda cooperación con EEUU en el marco de un acuerdo sobre la prevención de incidentes y la seguridad de los vuelos durante las operaciones en Siria, Rusia comenzó este martes 20 de Junio a trasladar sus sistemas de defensa antiaérea dese la costa a zonas más centrales de Siria.
“La advertencia de Rusia ha sido muy transparente y clara y está aparentemente en el origen de la decisión de Washington de reposicionar sus aviones en el cielo sirio y la decisión de Australia de suspender sus ataques aéreos en Siria. Parece que la coalición internacional liderada por EEUU ha tomado nota de la advertencia de Moscú, tanto más que Rusia ha comenzado ya a mover sus sistemas S-300 y S-400.
El desplazamiento de estos sistemas demuestra que los rusos cuentan con cubrir, por medio de sus radares y sistemas antiaéreos, la superficie mas grande posible del espacio aéreo de Siria. Además, los aviones de combate rusos efectuarán un número mayor de vuelos en el espacio aéreo sirio para poder interceptar los aviones de caza de la coalición, especialmente allí donde están presentes también los aviones de la Fuerza Aérea Siria. Las medidas prácticas han sido tomadas ya sobre el terreno antes incluso que las decisiones políticas fueran anunciadas.
Salaam al Ubaidi se refirió después al acuerdo que prevé la prevención de incidentes en el cielo sirio
“Rusia anunció la congelación de sus contactos con EEUU, pero es una decisión cuya aplicación tomará un tiempo. Sin embargo, esto no significa que los teléfonos estén descolgados y que no se responda a ninguna llamada, tanto más que Rusia pidió a EEUU que abra una investigación detallada sobre la destrucción del avión sirio. Ésta es la razón por la que los contactos entre Moscú y Washington continúan, pero toda cooperación ha sido suspendida por Rusia”.
La decisión rusa sobre el redespliegue de sus baterías antiaéreas provino sin duda de las órdenes del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas rusas, el presidente Vladimir Putin, que ha confirmado, junto a otros responsables rusos, que EEUU continúa atacando a unidades del Ejército sirio que luchan en su suelo contra el terrorismo y se ha convertido de hecho en la fuerza aérea al servicio del EI y otros grupos terroristas.
En este contexto de agresión abierta norteamericana contra Siria, Rusia se ha visto obligada a tomar decisiones decisivas que supongan una protección efectiva para el aliado sirio y en defensa de la legalidad internacional. En este sentido, la lejanía de las bases de Hamaimim y Tartus, en la provincia de Latakia, del Este de Siria, donde se han llevado a cabo la mayoría de las acciones norteamericanas contra el Ejército sirio, así como el obstáculo que supone las cadenas montañosas de la provincia costera de Latakia, han aconsejado mover los sistemas de defensa antiaérea más hacia el centro del país.
Esta nueva protección rusa permitirá al Ejército sirio moverse con una mayor libertad y seguridad hasta la liberación de todo el territorio sirio. También limitará las acciones norteamericanas al enfrentarlas con consecuencias más serias si los ataques contra el Ejército sirio continúan.