Las Kuriles, la inquebrantable fortaleza rusa en el Pacífico

El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado que planea la creación de una base naval de la Flota del Pacífico y la restauración de un aeródromo en la isla de Matua, en el archipiélago de las Kuriles. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, señaló que este trozo de tierra abandonada atesora un interés prioritario.

La segunda expedición del Ministerio de Defensa ruso y de la Sociedad geográfica rusa desembarcó en la isla de Matua el 7 de junio. Un grupo de buques de la Flota del Pacífico transportó a más de 100 militares rusos y especialistas civiles, así como unos 30 vehículos.

En la actualidad, la Armada del país eslavo está estudiando la posibilidad de colocar una nueva base naval en las Kuriles. El lugar también es crucial para la aviación estratégica rusa.

Matua forma parte de dicho archipiélago, que es una de las partes más orientales de Rusia. La isla, al igual que todas las del archipiélago de las Kuriles, pertenece administrativamente a la óblast de Sajalín. La distancia entre Matua y la ínsula japonesa de Hokkaido ronda los 740 kilómetros.

Durante la Segunda Guerra Mundial, allí fue ubicada una de las más grandes bases navales de Japón. Los ainus son la población indígena de ese lugar. En 1875, los militares nipones arribaron a la ínsula y fueron estacionados allí hasta el año 1945, cuando Japón perdió la guerra soviético-japonesa.

A partir de 1945, Matua pasó a formar parte de la URSS y albergó unidades de las guardias fronterizas soviéticas. En 2000, las instalaciones militares rusas fueron cerradas, de manera que la ínsula quedó deshabitada durante los siguientes 15 años.

Matua se parece a una fortaleza en medio del océano. Está protegida por rocas, costas elevadas y una red de fortificaciones antiguas. En la ínsula hay caminos pavimentados, fortines japoneses y tres pistas de aterrizaje en un aeródromo militar. Además, existe una red de construcciones subterráneas que se ha preservado bastante bien.

Bastión oriental

No todos los países con los que limita Rusia son sus amigos: EEUU practica desde hace mucho tiempo una ‘contención estratégica’ de Rusia, mientras que Japón reclama la soberanía sobre tres islas rusas: Kunashir, Shikotán e Iturup, además del archipiélago Jabomai.

Ante esta complicada situación, Moscú está creando una nueva agrupación militar en las Kuriles. El Kremlin ha desplegado novedosas baterías de defensa costera Bal en la isla de Kunashir y varios enjambres de misiles Bastion en Iturup.

Está previsto que las Kuriles se conviertan pronto en un bastión naval del Estado ruso, y la ‘pequeña’ Matua desempeña un papel fundamental en la realización de este proyecto.

 

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