Los presos palestinos en cárceles israelíes ponen fin a 41 días de huelga de hambre

Los cientos de presos palestinos que hacían huelga de hambre desde el 17 de abril en cárceles isralíes para mejorar sus condiciones de reclusión pusieron fin a su protesta, informaron este sábado fuentes palestinas e israelíes.

La huelga fue suspedida a raíz de un acuerdo alcanzado entre los representantes de los presos y las autoridades israelíes, informó a la AFP el presidente del Club de Presos, Qadura Fares.

Una portavoz de la administración penitenciaria israelí confirmó el fin de la protesta, seguida por más de 800 reclusos en los últimos días.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, había pedido una mediación de Estados Unidos para poner fin a esta protesta iniciada por Marwan Barghuthi -considerado su rival en el seno de su partido Fatah-, que cumple varias penas de cadena perpetua.

«Hasta el viernes a las 08H00, la administración penitenciaria israelí aseguraba que no se podía hacer ninguna concesión», indicó Fares. «Dos horas más tarde, todo había cambiado», añadió.

Según la portavoz israelí, el acuerdo fue concluido con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Autoridad Palestina y no con representantes del grupo de reclusos.

El acuerdo prevé que los presos puedan recibir dos visitas al mes. Esta era una de las principales reivindicaciones de los huelguistas, que antes de la protesta solo podían tener una visita mensual.

Pero los reclusos no tendrán a disposición teléfonos públicos en las prisiones, como reclamaban, precisó la portavoz.

«El CICR está dispuesto a ayudar para organizar una segunda visita» al mes, indicó su portavoz, Jesús Serrano.

– Victoria de los presos –

Unos treinta presos fueron hospitalizados en los últimos días debido al deterioro de su estado de salud, según la administración penitenciaria.

El presidente Abas había indicado que el jueves pidió la mediación estadounidense del enviado Jason Greenblatt, al que recibió en Ramala dos días después de la visita a Israel y Cisjordania del presidente estadounidense, Donald Trump.

Los palestinos multiplicaron los contactos internacionales desde el comienzo de la protesta iniciada por Barghuthi.

Los prisioneros querían dar la alerta sobre las condiciones de detención de los 6.500 palestinos encarcelados por Israel, entre ellos decenas de mujeres y niños, y denunciar el sistema judicial israelí aplicado a los palestinos en los territorios ocupados.

Las condiciones de los presos es un tema particularmente sensible para los palestinos: más de 850.000 (de una población de 4,5 millones en los territorios) han estado en prisiones israelíes desde el comienzo en 1967 de la ocupación israelí.

«Es un día alegre para todos, estábamos inquietos por el deterioro del estado de salud de los huelguistas», afirmó el portavoz de la Cruz Roja a la AFP.

Isa Qaraque, que dirige la comisión de la Autoridad Palestina a cargo de los prisioneros, afirmó a la agencia Wafa que el acuerdo necesitó unas veinte horas de negociaciones entre Barghuthi y las autoridades israelíes.

Según dos expertos palestinos, se trata de una victoria de los presos. Las «autoridades israelíes que no querían negociar con los representantes de los detenidos se vieron obligadas a hacerlo», declaró a la AFP Abdel Majid Suilem.

«Queda en suspenso saber si Israel respetará su compromiso», agregó.

Para Hani al Masri, es «muy probable que Estados Unidos haya estado directamente implicado en las discusiones».

Decenas de familiares que aguardaban noticias en la plaza Yaser Arafat en Ramalá, en la Cisjordania ocupaday donde tiene su sede la Autoridad Palestina, mostraron su alegría.

«¡El prisionero ganó a su carcelero! Estamos felices» gritó Amal Abú Dalal, palestina de 50 años, cuyo hijo de 33 años lleva 14 años tras los barrotes.

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