La ciencia confirma el peligro que ocultan las piscinas

Un equipo de científicos de la Universidad de Alberta (Canadá) ha llegado a la inesperada conclusión de que la cantidad de orina en las piscinas puede superar la de las aguas residuales, según un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters.

En su estudio, los investigadores examinaron durante tres semanas más de 250 muestras de agua de 22 piscinas y ocho bañeras ubicadas en dos ciudades canadienses. El equipo científico midió los niveles en agua del edulcorante artificial E-950, denominado acesulfamo de potasio (Ace-K). Los resultados mostraron que, en algunos casos, los nadadores habían liberado hasta 75 litros de orina, lo que equivale a 20 micciones al día durante tres semanas. Además, el nivel de orina encontrado en los jacuzzis triplicaba el hallado en las piscinas.

«Queremos usar este estudio para promover la educación sobre unas prácticas higiénicas apropiadas entre los nadadores. Deberíamos tener más consideración hacia los demás», indicó la encargada del estudio, Lindsay Blackstock.

Los resultados del experimento mostraron que el edulcorante ACE estaba presente en el 100% de las muestras de agua en niveles 570 más altos que los de las muestras de agua del grifo.

Los científicos canadienses también aseveraron que, pese a que la orina es una sustancia estéril, algunos de sus compuestos, como el amoniaco, la urea o la creatinina, pueden ser nocivos para la salud ya que, al entrar en contacto con desinfectantes y cloro, pueden provocar irritación de ojos o incluso problemas respiratorios.

 

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