Lavrov advierte sobre los intentos de una solución militar en la península de Corea

PORVOO, FINLANDIA (Sputnik) — El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que los intentos de reducir por la fuerza la tensión en la península de Corea tendrían consecuencias nefastas.

«En lo que concierne al problema nuclear en la península de Corea, estamos convencidos de que solo cabe una solución política, cualquier intento de resolver la situación por la vía militar sería fatal», dijo Lavrov tras reunirse con el canciller finlandés, Timo Soini.

 

Corea del Norte realizó el 16 y el 29 de abril nuevos ensayos de misiles balísticos en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU; ambas pruebas resultaron fallidas.

En 2016, el régimen norcoreano llevó a cabo su cuarto y quinto ensayos nucleares y más de veinte pruebas de misiles balísticos.

A la escalada de tensión en torno a la península de Corea contribuye la presencia de un grupo de ataque naval estadounidense, incluyendo el portaaviones nuclear USS Carl Vinson cuya ala embarcada consta de 24 cazabombarderos F/A-18, diez aviones cisterna, diez aviones antisubmarinos S-3A, seis helicópteros antisubmarinos SH-3H, cuatro aviones de guerra electrónica EA-6B y cuatro aviones de alerta temprana E-2.

El caso Jan Sheijun

Serguéi Lavrov repudió las tentativas de algunos países occidentales de impedir la investigación del incidente con armas químicas en la localidad siria de Jan Sheijun.

«Rusia insiste en una investigación profesional, exhaustiva y transparente que por el momento algunos países occidentales tratan de frustrar», apuntó.

La crisis siria

Rusia espera que las negociaciones sirias en Astaná concluyan con éxito, declaró el canciller ruso.

«Confiamos en el éxito de la cuarta ronda de las consultas sirias que se celebra ahora en Kazajistán, sobre todo respecto a la consolidación del alto el fuego, al mecanismo de coordinación para responder a las violaciones, y a desminado», dijo al término de las negociaciones con su par de Finlandia, Timo Soini.

El ministro agregó que Rusia confía en que las negociaciones sirias en Ginebra se reanuden este mes.

 

«Esperamos que las consultas en la plataforma de Ginebra se reinicien este mes», dijo Lavrov.

El canciller ruso mencionó que las negociaciones están encaminadas a una resolución política del conflicto en Siria e indicó que «al final el propio pueblo sirio deberá determinar el futuro de su país».

Añadió que la creación de zonas de seguridad en Siria contribuirá a consolidar el cese de las hostilidades.

«En Astaná se abordó una idea bastante nueva, es la creación en Siria de zonas de seguridad, con la participación de todos los bandos interesados y autorizadas por el Gobierno sirio, que deben convertirse en un paso importante para fomentar el cese de las hostilidades», puntualizó el ministro.

 

La capital kazaja acoge desde el miércoles el cuarto ciclo de conversaciones para poner fin a las hostilidades en Siria.

A la cita acuden las delegaciones del Gobierno sirio y de varios grupos de la oposición armada.

También participan las comitivas de Rusia, Irán y Turquía, países garantes del alto el fuego establecido el 30 de diciembre de 2016.

Asimismo, llegaron a Astaná el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura; el secretario de Estado adjunto de EEUU, Stuart Jones; y un alto funcionario del Ministerio jordano de Exteriores.

Las tres anteriores rondas celebradas en enero, febrero y marzo concluyeron con un acuerdo para crear un grupo de vigilancia del alto el fuego.

Las relaciones Rusia-UE

Las relaciones actuales entre Rusia y la Unión Europea no pueden caracterizarse como satisfactorias, declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

«Hemos examinado las relaciones entre Rusia y la Unión Europea que desde luego no pueden suscitar nada de satisfacción», dijo.

Lavrov recordó la propuesta que el presidente ruso, Vladímir Putin, había dirigido al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en junio de 2016 y que prevé sacar las relaciones entre Moscú y Bruselas de un callejón sin salida.

Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron por la crisis en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia en marzo de 2014 mediante un referendo en el que más del 96 por ciento de los votantes avaló esta opción.

EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, tanto a individuos y entidades, como sectoriales.

Moscú, que respondió con un embargo alimentario a EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y que quiere que el país vecino supere cuanto antes la crisis.

 

 

 

 

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