«EEUU muestra en el mar de China una agresiva impotencia»

La revista estadounidense National Interest ha publicado en su página web la alarmante visión de un congresista respecto a la actividad de Pekín en el mar de China Meridional.

En el artículo, Ted Yoho, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes y Presidente del Subcomité para Asia y el Pacífico, propone una serie de medidas en respuesta al avance de Pekín en esa región y a la construcción de infraestructura en las islas. Por su parte, el analista militar ruso, Vasili Kashin, ha estudiado el material y compartido sus observaciones con Sputnik.

Antes que nada, anota Kashin, el congresista estadounidense hace una importante aclaración: EEUU solo puede tomar medidas de manera unilateral. La aplicación de medidas colectivas contra China hoy día no es posible, debido a los éxitos diplomáticos del gigante asiático en el marco de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que involucra a todas las partes interesadas.

Además, el congresista estadounidense no propone medidas para revertir la situación actual, sino enumera acciones ‘de castigo’ por algo que ya es un hecho: China ha creado una serie de islas artificiales en el mar aledaño, así como infraestructura para protegerlo.

Entre las iniciativas propuestas por Yoho destaca la imposición de sanciones a las compañías gubernamentales que han participado en la construcción de infraestructura en las islas. Tales medidas podrían cerrarle los mercados internacionales y ponerlos ante una decisión: continuar trabajando en la construcción de las islas o poder realizar operaciones de negocios con normalidad.

A la larga, anota Kashin, tal decisión podría provocar una escalada de guerra comercial con un intercambio de sanciones y una mutua cancelación de estas. En este caso, EEUU no obtendría nada y se quedaría con cara de tonto.

Otro de las cartas en la manga de EEUU es la posibilidad se cesar los contactos militares, prosigue Yoho. En particular, podría retirar la invitación a la Armada china para participar en los ejercicios conjuntos RIMPAC 2018, y convocar a Taiwán en su lugar, lo que haría enfurecer a Pekín.

La participación en los ejercicios no ha sido un ‘premio’ para China por su ‘buen comportamiento’, recuerda a su vez Kashin. La iniciativa ha tenido lugar en el marco de un plan de EEUU para fortalecer la seguridad, la confianza y la transparencia en la región. Y la idea de invitar a Taiwán, lejos de debilitar a China, lo que haría es irritarla aún más, pronostica el especialista ruso.

En general, la implementación de medidas económicas por parte de EEUU (que ya han mostrado su ineficacia con Rusia) y otros gestos agresivos, caóticos y sin sentido, provocarían en los países de la región de Asia Pacífico otro «ataque de cansancio». Como resultado, EEUU no podrá castigar a China, pero si ayudaría a promover los intereses chinos, concluye el especialista ruso.

La Corte de Arbitraje Internacional de La Haya dictaminó el 12 de julio pasado que no existe base legal para las reclamaciones que presenta Pekín en la zona marítima que está dentro de «la línea de nueve puntos» en el mar de la China Meridional.

China y otros países de la región —Japón, Vietnam y Filipinas— divergen respecto a las fronteras marítimas y zonas de responsabilidad en los mares de la China Meridional y de la China Oriental. Pekín afirma que Filipinas y Vietnam se aprovechan del apoyo del que gozan por parte de EEUU para avivar la tensión en la región.

 

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