El robot-explorador (PUFFER, por sus siglas en inglés), desarrollado por la NASA, está inspirado en la técnica japonesa de origami.
El aparato ha sido elaborado para lograr acceso a terrenos extremos que presentan interés para futuras misiones de la NASA. Sus características principales son su reducido tamaño y bajo coste.
PUFFER puede plegarse hasta tener el tamaño de un teléfono inteligente. Su diseño compacto significa que numerosos robots pueden ser trasladados en una nave nodriza más grande para ser desplegados luego en una superficie de otro planeta. De este modo, las labores de investigación serán más móviles y eficaces.
Vídeos de pruebas recientes del dispositivo muestran que pueden resistir una caída de tres metros en hormigón (simulando la gravedad de Marte), atravesar una pendiente rocosa, e incluso subir una colina de hielo.
Este desarrollo forma parte de un proyecto de 18 meses dirigido por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.