Beneficios del jengibre

Por: Sarah Romero

El jengibre ha sido empleado durante siglos entre muchas culturas por sus propiedades medicinales. Últimamente se ha puesto muy de moda; veamos por qué.

Jengibre para los problemas digestivos

Los compuestos fenólicos del jengibre ayudan a aliviar la irritación gastrointestinal, estimulan la producción de saliva y la bilis y suprimen las contracciones gástricas y el movimiento de alimentos y líquidos a través del tracto gastrointestinal. En resumidas cuentas favorecen la digestión y evitan la aparición de efectos secundarios relacionados con la mala absorción de los alimentos.

 Jengibre contra las náuseas

Masticar jengibre crudo o beber té de jengibre es un remedio casero común para las náuseas que sufren, por ejemplo, las mujeres embarazadas. Consumir jengibre evita las náuseas y la ganas de vomitar, incluso en forma de caramelos o pastillas.

Cuando hace frío, beber té de jengibre (podemos añadirle miel) es una buena forma de mantenerse caliente. Es diaforético, lo que significa que promueve la sudoración, por lo que trabaja para calentar el cuerpo desde dentro.

Jengibre para la reducción del dolor

Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Georgia (EE. UU.) con 74 voluntarios y publicado en la revista The Journal of Pain, concluyó que la administración diaria de suplementos de jengibre redujo el dolor muscular inducido por el ejercicio en un 25%. También se ha descubierto que el jengibre reduce los síntomas de dismenorrea (dolor severo durante un ciclo menstrual). En otro estudio, el 83% de las mujeres que tomaron cápsulas de jengibre consiguieron mejorías en los síntomas del dolor menstrual en comparación con el 47% de las que recibieron un placebo.

Jengibre contra la inflamación

El jengibre se ha utilizado durante siglos para reducir la inflamación y tratar las condiciones inflamatorias. Un estudio publicado en la revista Cancer Prevention Research descubrió que un suplemento de raíz de jengibre administrado a un grupo de participantes voluntarios redujo los marcadores de inflamación en el colon en aproximadamente un mes. Los investigadores del estudio explicaron que al disminuir la inflamación, el riesgo de cáncer de colon también disminuía. El jengibre también ha demostrado ser un remedio prometedor en los ensayos clínicos para tratar la inflamación asociada con la osteoartritis.

Origen del jengibre

La raíz de la planta del jengibre puede consumirse fresca, en polvo, secada como especia, en forma de aceite o incluso como zumo. El jengibre pertenece a la familia del cardamomo y la cúrcuma, y se produce en la India, Jamaica, Fiji, Indonesia y Australia.

Ficha nutricional del jengibre

Dado que a menudo se consume en cantidades tan pequeñas, el jengibre no añade cantidades significativas de calorías, carbohidratos, proteínas o fibra. Contiene numerosos compuestos anti-inflamatorios y antioxidantes beneficiosos para la salud como gingeroles, beta-caroteno, capsaicina, ácido cafeico, curcumina y salicilato.

100 gramos de jengibre contienen:

Hidratos de carbono – 17,77 g

Fibra dietética – 2 g

Proteína – 1,82 g

Fibra dietética – 2 g

Azúcares – 1,7 g

Sodio – 13 mg

Vitamina B6 – 0,16 mg

Calcio – 16 mg

Hierro – 0,6 mg

Vitamina C – 5 mg

Potasio – 415 mg

Magnesio – 43 mg

Fósforo – 34 mg

Zinc – 0, 34 mg

Folato – 11 mcg

Riboflavina – 0,034 mg

Niacina – 0,75 mg

Hierro – 0,6 mg

Cómo incorporar el jengibre a la dieta

El jengibre puede combinarse bastante bien con muchos tipos de alimentos: mariscos, naranjas, melón, calabaza, manzanas…. A la hora de comprar el jengibre fresco, lo ideal es buscar una raíz con la piel lisa (sin arrugas) y con un aroma picante. Hay que guardar el jengibre en una bolsa de plástico en el frigorífico o el congelador.

El jengibre fresco hay que pelarlo o rallarlo antes de consumirlo. Si no queremos o no podemos comprarlo fresco, el jengibre molido se puede encontrar en la sección de hierbas y especias de la mayoría de los supermercados.

Posibles riesgos para la salud

El jengibre natural es seguro para la mayoría de las personas y tiene pocos o ningún efecto secundario conocido. En general, los efectos secundarios no muy comunes pueden ser: pirosis (ardor de estómago), cálculos (no recomendable para personas con cálculos biliares o piedras en la vesícula debido a su acción purgante intestinal) o aumento de la tensión arterial (solo al tomar dosis altas).

 

 

 

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