Trump provoca satisfacción en Israel, alarma en Ramala y confusión en todos lados

AFP

Al tomar distancias con la solución de los dos Estados para resolver el conflicto israelo-palestino, Donald Trump ha agradado a la derecha israelí, alarmado a los palestinos y sembrado una vez más la incertidumbre sobre sus intenciones.

En su primer encuentro con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu desde su toma de posesión, Trump se alejó el miércoles del consenso internacional y de la postura mantenida durante décadas por sus predecesores en torno a la necesidad de crear un Estado palestino junto a Israel.

«Yo veo dos Estados y un Estado, y a mí me gusta la (opción) que les guste a ambos. Yo estoy contento con la solución que ellos prefieran», afirmó el mandatario.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, matizó sin embargo esas declaraciones este jueves, añadiendo mayor confusión a la postura de la administración Trump.

«Apoyamos totalmente la solución de dos Estados, pero también pensamos (en alternativas) fuera de ese marco», declaró Haley, una principiante en el ámbito de la política extranjera, tras una reunión del Consejo de Seguridad sobre Oriente Medio.

Por su parte, el candidato de Trump para ser embajador en Israel, el abogado judío estadounidense David Friedman, muy controvertido por sus posturas radicales a favor de la colonización, se mostró escéptico ante la posibilidad de una solución de dos Estados, aunque no la descartó.

«He expresado mi escepticismo sobre la solución de dos Estados únicamente con base en lo que he percibido como el rechazo a renunciar a la violencia y aceptar a Israel como un Estado judío», declaró ante el Senado, que debe validar su nombramiento.

La solución de dos Estados ha sido durante mucho tiempo la piedra angular de la política internacional de Estados Unidos y el cambio aparente se encontró con la hostilidad de otras potencias mundiales este jueves.

Naciones Unidas dijo que no ha habido cambios en su política.

«La solución de dos Estados sigue siendo el único camino para alcanzar las legítimas aspiraciones nacionales de ambos pueblos», dijo al Consejo de Seguridad el enviado de la ONU para Oriente Medio, Nickolay Mladenov.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, calificó la posición de Estados Unidos de «confusa y preocupante» y reiteró el apoyo de su gobierno a ambas partes.

«La perspectiva de un Estado palestino es también una garantía para la seguridad de Israel», añadió.

El líder de la Liga Árabe (LA), Abul Gheit, dijo que ninguna alternativa a la de dos Estados sería aceptable.

– Satisfacción israelí –

Es «el fin de una idea peligrosa y errónea: la de la creación de un Estado terrorista palestino en el corazón de la tierra de Israel», afirmó el ministro de Ciencias israelí, Ofir Akunis, reiterando la reivindicación judía sobre Cisjordania en nombre de la Biblia.

Tras el encuentro entre Trump y Netanyahu, la presidencia palestina eligió un tono cauto, repitiendo su apuesta a favor de «la solución de dos Estados», y se dijo «dispuesta a interactuar de forma positiva con la administración Trump para construir la paz».

«Lo que retenemos, es que Trump dice que quiere la paz», declaró a la AFP Hosam Zolot, consejero del presidente Mahmud Abas, atacando solo a Israel.

Para Jihad Harb, politólogo palestino, la dirección palestina afronta dificultades para establecer canales de comunicación con la administración Trump. Debilitada, dividida, no tiene otro horizonte que una confrontación diplomática con Israel -algo que Estados Unidos podría hacerle pagar caro-, o una revuelta popular con consecuencias imprevisibles, señala.

«Cálido y excelente encuentro con el presidente Donald Trump. Una jornada de éxito para el Estado de Israel», tuiteó Netanyahu.

El llamamiento a la contención de la colonización no logró mermar la satisfacción del dirigente israelí, cuyo gobierno ha anunciado en las últimas semanas la construcción de más de 6.000 viviendas en colonias, antes de ser llamado al orden por la Casa Blanca.

Pero, Netanyahu y la derecha israelí deberían poner el freno, consideran los expertos. Primero, por la advertencia de Trump sobre las colonias, y después, por la falta de claridad estadounidense.

«La administración Trump aún no es capaz de elaborar verdaderas políticas, y es prematuro hacer suposiciones», consideró Shmuel Rosner, analista del Instituto de Política del Pueblo Judío. «No creo que ayer el presidente Trump presentara una visión realista de la paz en Oriente Medio», añadió.

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