WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó el jueves una creciente controversia respecto a los lazos de sus asesores con Rusia como un «ardid» y una «estafa» perpetrada por medios de prensa hostiles, y negó el contacto de alguno de sus colaboradores con Moscú antes de la elección de noviembre.
«Las filtraciones son absolutamente reales. Las noticias son falsas», afirmó Trump en conferencia de prensa, refiriéndose a reportes periodísticos de que su equipo de campaña había tenido contactos con funcionarios rusos del área de inteligencia.
Trump, que con frecuencia ataca a la prensa, dijo también que no ordenó a su ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, que hablara con el embajador de Rusia en Estados Unidos sobre las sanciones de Washington antes de asumir el Gobierno.
El presidente dijo que pidió al Departamento de Justicia que investigue las filtraciones de «información confidencial que fue entregada ilegalmente» a periodistas sobre la relación entre sus colaboradores y Rusia.
El republicano, que asumió la presidencia el 20 de enero y había expresado su intención de mejorar las relaciones con el Gobierno ruso, agregó que él personalmente no tiene operaciones comerciales en Rusia. «Puedo decirles, hablando sobre mí, que no poseo nada en Rusia. No tengo préstamos en Rusia. No tengo ningún negocio en Rusia», sostuvo.
El diario New York Times reportó el martes que registros telefónicos y llamadas interceptadas mostraban que miembros de la campaña de Trump y colaboradores tuvieron repetidos contactos con funcionarios de alto rango de la inteligencia rusa en el año previo a la elección del 8 de noviembre.
El militar retirado Flynn, un consejero cercano de Trump durante la campaña, renunció el lunes a su cargo luego de que se descubrió que engaño al vicepresidente Mike Pence sobre si discutió la posibilidad de que Estados Unidos levantara sus sanciones contra Rusia antes de que el millonario republicano asumiera el poder.
Trump defendió enérgicamente la conversación de Flynn con el embajador ruso. «Lo que hizo no estuvo mal», dijo Trump.
«Mike estaba haciendo su trabajo. Estaba llamando países y a sus colegas. Así que ciertamente hubiera estado bien para mi si lo hizo. (…) Yo no se lo indiqué, pero se lo hubiera indicado porque ese es su trabajo», dijo Trump.