«El pretensioso de Landerretche merecía morir por sus ofensas a la Tierra (…) No nos asustamos si resultan heridas o muertas personas ajenas al ataque», señaló el escrito difundido por la supuesta organización denominada «Individualistas Tendientes a lo Salvaje», quienes dicen no ser anarquistas, sino «vengadores de la devastación de la tierra».
El mensaje difundido a través de un blog agregó que «el economista ha sido merecedor de nuestro regalo explosivo, por estar a la cabeza de este mega-proyecto devastador de todo lo hermoso de la Tierra», haciendo alusión al alto cargo que Landerretche ostenta en la cuprífera del Estado, a quien esperaban «causar el mayor daño posible».
La organización además reveló unas imágenes que supuestamente corresponderían al paquete explosivo enviado a la casa del presidente, y expresaron que si por alguna razón el atentado fallaba, un académico del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile sería el segundo blanco, como parte de un «plan B».
El mismo grupo declaró que en mayo pasado realizó un ataque incendiario a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y en julio de 2016 se atribuyó un asesinato de un trabajador de la Universidad Nacional Autónoma de México, en dicho país.
El ministro del Interior, Mario Fernández, declaró en rueda de prensa que se está investigando la «autoasignación» del ataque explosivo, para determinar la autenticidad de la información entregada, por lo que «no corresponde adelantar teorías».
A las 18:00 hora local (21:00 GMT) del viernes 13 de enero, Óscar Landerretche recibió un paquete de regalo en su domicilio que contenía un artefacto explosivo, que estalló al momento de abrirlo, dejando al economista de 44 años con heridas leves en sus brazos, abdomen y mentón. Por su parte, su empleada doméstica y su hija resultaron con traumas acústicos.
El propio Landerretche tildó el hecho de «muy violento» y «cobarde» y enfatizó que Codelco seguirá actuando «de la misma forma de siempre», respecto a «la probidad y las buenas prácticas».