El médico condenado por matar a Michael Jackson pide salir de prisión

Murray, de 58 años, fue declarado culpable de homicidio involuntario en la Corte Superior del condado de Los Ángeles el pasado 7 de noviembre, y recurrió su caso ante una segunda instancia el 3 de diciembre.

El jurado consideró que Murray, quien siempre defendió su inocencia, era el responsable último de la sobredosis de anestésicos que mató al cantante el 25 de junio de 2009, tras escuchar decenas de testimonios y el relato de las últimas horas de vida del «rey del pop».

El doctor, a quien le fue revocada su licencia médica por lo sucedido, recibió la máxima sentencia posible por el delito, 4 años de cárcel, que empezó a cumplir desde el mismo día de su condena.

Según su abogado, Murray no es tratado en la cárcel como un recluso más, sino que vive en unas condiciones propias de un preso de «máxima seguridad», ya que se encuentra aislado en su celda y es escoltado por los funcionarios de prisiones con las manos esposadas en sus recorridos por las instalaciones del centro penitenciario.

La situación del preso se ha visto agravada por su ruina económica, según el abogado, que reclamó la puesta en libertad sin fianza de Murray hasta que se conozca el resultado de la apelación.

Si su petición de libertad es aceptada por el juez, Murray tiene pensado vivir con Nicole Álvarez, una actriz con la que tiene un niño pequeño, y buscar un empleo para contribuir a la manutención de su hijo.

El que fuera médico de Jackson se mostró favorable a la posibilidad de llevar un brazalete electrónico para ser controlado en todo momento por las autoridades.

En el juicio por el fallecimiento del «rey del pop» se determinó que Murray suministraba habitualmente los fármacos con receta médica que solicitaba el cantante, entre ellos propofol, un anestésico de uso hospitalario que Jackson empleaba para combatir su insomnio y la autopsia señaló como causa de la muerte.

El magistrado del caso, Michael Pastor, no admitió a trámite algunas peticiones de la defensa, como el hecho de que testificaran otros doctores que trataron anteriormente a Jackson, cuya relación con el propofol era anterior a que Murray entrara a trabajar para él.

La apelación que presentó el abogado Nareg Gourjian hizo hincapié en la «inadecuada exclusión de evidencias de la defensa y testigos que resultó en la violación de los derechos estatales y constitucionales del defendido», según recogió la web TMZ. EFE

 

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